Caminando como mujer en una sociedad patriarcal, permite visualizar distintos momentos y estrategias para afrontar la vida.
El trabajo individual e intransferible de cualquier ser humano conlleva a cada quien a tener su historia personal y adueñarse de su propio camino.
Les comparto parte de mi recorrido, ya que soy afortunada en haber tenido y sigo con experiencias favorables como mujer.
Por la visión de mi papá, ejercí varios deportes y actividades que eran considerados para “hombres”, arreglar un calentador, pintar una casa, manejar moto, carro, competir con los chicos en las motocicletas, escalar, remar, patinar, andar en avalancha, bicicleta, y preguntar.
Por lo tanto, la reflexión conjunta es justo lo que enriquece el tránsito de este camino.
Cuando queremos entender el mundo físico, biológico, cultural en el que nos encontramos, es a nosotros mismos a quienes descubrimos y con quienes contamos.
Yuval Noah nos dice “En el tiempo, observamos que la mayoría de las jerarquías sociopolíticas carecen de una base lógica o biológica: son acontecimientos aleatorios sostenidos por mitos. Es una buena razón para estudiar historia y comprender las circunstancias y relaciones de poder que transforman ficciones de la imaginación en estructuras sociales crueles y muy reales.” (Noah, 2019, p.165)
Las diferentes sociedades adoptan distintos tipos de jerarquías pensadas.
Sin embargo, hay una que ha sido la más importante en todas las sociedades humanas conocidas: la jerarquía del género. En todas partes la gente divide a hombres y mujeres. Y en casi todas, los hombres son los que han obtenido el mayor beneficio, desde la revolución agrícola.
Las sociedades asocian una serie de atributos a la masculinidad y feminidad que, en su mayor parte, carecen de una base biológica firme.
“La biología permite, la cultura lo prohíbe.”
Algo que vaya en contra de las leyes de la naturaleza, simplemente NO puede EXISTIR. Por lo tanto, no necesitaría prohibición. Los conceptos natural y antinatural no vienen de la biología sino de la influencia de la teología cristiana.
“ y el cuerpo humano con el propósito de que cada miembro y órgano sirvieran para un fin particular. Si lo utilizamos de forma diferente le llaman antinatural.” (Noah, 2019, p.168)
Los órganos del cuerpo humano evolucionan para ejecutar una función concreta, pero una vez que existen pueden adaptarse a sí mismos para otros usos.
No hay un solo órgano que realice únicamente la tarea que realizaba su prototipo cuando apareció por primera vez hace 600 de millones de años. Ej: LA BOCA solo era utilizada para nutrirnos.
Actualmente la usamos para hablar, besar y hasta abrir cosas con ella.
Acaso, ¿alguno de estos usos es antinatural?
Es curioso, la cultura no prohíbe que los hombres metabolicen las proteínas, que las mujeres corramos más veloces que la velocidad de la luz. O sí.
El sexo se divide entre machos y hembras y las cualidades de esta división SON OBJETIVAS y han permanecido constantes en el tiempo a lo largo de la historia. Por lo tanto, el sexo es una categoría biológica.
El género se divide entre hombres y mujeres y algunas culturas reconocen otras categorías. Las cualidades denominadas masculinas o femeninas son intersubjetivas y experimentan cambios constantes. La mayoría de las leyes, normas, derechos y obligaciones están sustentadas por conclusiones humana y no por una realidad biológica lógica. Por lo tanto, el género es una categoría cultural.
La realidad cotidiana, nos muestra que las mujeres que van tomando conciencia de cuál es el verdadero conflicto, somos las que deseamos y estamos dispuestas hacer un trabajo serio, buscando un cambio profundo, radical y cualitativo. (Coria, 1992).
Desde la parte pública, hay mujeres que a lo largo de la historia han investigado y hecho acciones contra corriente aportando a las demás de forma permanente. Como políticas públicas, derechos laborales, económicos, sociales, cívicos, combatiendo el sistema marginado, y gracias a sus denodados esfuerzos hoy gozamos de esos beneficios.
Bajo la parte privada, decidí aportar a la sociedad el cambio en mi mentalidad y trasmitirlo a mis hijos para que en el camino que eligieran cambien el juego. Ya que actualmente la mayoría no quiere modificarlo por las ganancias secundarias.
Por lo que exige mayor esfuerzo por parte de las mujeres para seguir avanzando dentro de este sistema tramposo. Porque es ingenuo pretender hacerlo de forma solitaria y por separado.
Al mismo tiempo es generar nuevas redes pequeñas para que se sumen y así constituir una gran red con la que es menos difícil vencer obstáculos.
La posibilidad de dejar de interpretar la jerarquía en forma dicotómica Hombres– mujeres, vernos como seres humanos, nos da para rediseñar los nuevos códigos existenciales, redefinir los cánones, basados en el respeto a la diversidad de opiniones, que es con los que se quiere vivir.
“POR UN MUNDO DONDE SEAMOS SOCIALMENTE IGUALES, HUMANAMENTE DIFERENTES Y TOTALMENTE LIBRES” -ROSA LUXEMBURGO
Bibliografía
Aranibar, D. E. (2010). Los siete saberes según Edgar Morin. Gaceta Médica Boliviana, 33(1), 76-78. Recuperado en 07 de marzo de 2022, de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-29662010000100015&lng=es&tlng=es.
Coria, C. (2011). Los cambios en la vida de las mujeres: Temores, mitos y estrategias. Paidos. España.
Coria, C. (1992). Los laberintos del Éxito. Paidos. Argentina.
Noah, Y. (2019). Sapiens De animales a dioses. Penguin Random House. Estados Unidos.
