Olga Lozano

Olga Lozano

Especialista en TREC

El valor de las actitudes

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

La psicología social, según Gordon Allport, estudia mediante el método científico los pensamientos, sentimientos y comportamientos de cada individuo y como son influidos por la presencia de otras personas.

El yo social parte del concepto de identidad, que son las características que posee un individuo y por las cuales es conocido. Desde los aspectos biológicos y las interacciones sociales que se tienen a lo largo de la vida. Según Burr (1995), nuestra identidad es construida (Páramo, 2008).

Las actitudes son valoraciones perdurables de un producto, persona, anuncio, grupo, o cualquier objeto actitudinal y estas cumplen diversas funciones. Los componentes son el afecto, el comportamiento y la cognición. Frecuentemente se dice algo y se hace otra cosa porque no es sencillo ser congruente, se requiere de un esfuerzo cognitivo hacerlo. En el día a día generalmente, las elecciones se toman sin pensar en la consecuencia. Y se produce la disonancia cognitiva que es una experiencia de incomodidad psicológica, similar al hambre o a la sed, que puede provocar ansiedad y alteraciones fisiológicas y que surge cuando existen elementos cognitivos inconsistentes. (Morales y Cool. 2007. P.533 citado por Vidal (2018) en video). Y para reducir el estado de malestar psicológico, se generan cambios cognitivos para restaurar el bienestar según Festinger (1957).

“La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (…) Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad”. (González Varas, 2000:43, citado en Molano, 2007:5)

“Toda sociedad necesita un mecanismo para tomar decisiones, limar diferencias y coordinar actividades. Nuestra sociedad ha optado por la persuasión.” (Aronson y Pratkanis (1992, p24, citado por Vidal (2018) en video).

Para muchos teóricos el modelo capitalista de ideología neoliberal, ha generado pobreza, exclusión y sufrimiento social, en consecuencia las sociedades practican el castigo y la represión como única solución a la violencia, sin tener en cuenta que la violencia engendra violencia (Cal lejas & Piña, 2005).

En América latina, normalmente no se observan representaciones extremadamente positivas o negativas de grupos étnicos o raciales particulares observándose más bien una representación ambivalente de los mismos. La ambivalencia referida comprende dos dimensiones gene-rales que agrupan representaciones estereotípicas asociadas por un lado a la competencia (capacidad, progreso, riqueza, etc.) y por otro lado a la calidez (sociabilidad, simpatía, expresividad afectiva, etc.) (Fiske, Cuddy, Glick & Xu, 2002) citado por Espinoza y Cueto (2014).

Distintos estudios muestran qué en Latinoamérica, las personas tienden a reconocer sus sociedades como prejuiciadas y discriminadoras. No obstante, el reconocimiento de representaciones estereotípicas positivas, prejuicio y la discriminación no se atribuye a características asociadas a la raza o la etnia sino a otras condiciones sociales como la pobreza (Chong y Ñopo, 2007; Van Dijk, 2007) citado por Espinoza y Cueto (2014).

La estructura social está determinada en América Latina por las oportunidades diferenciadas de acceso al poder, que según atributos u origen étnico permiten distinguir entre grupos de alto y bajo estatus al interior de los países de esta región. Al respecto, la evidencia señala que los grupos de alto estatus son generalmente blancos o mestizos, mientras que los de bajo estatus están mayoritariamente conformados por población indígena o afrodescendiente (Camino, da Silva, Machado & Pereira, 2001; Espinosa, 2011; Ishibashi, 2003; Sulmont, 2010; Traverso-Yépez, 2005; Van Dijk, 2007) citado por Espinoza y Cueto (2014).

El prejuicio y la discriminación, basados en representaciones estereotípicas negativas sobre distintos grupos étnicos y raciales viene acompañados de un conjunto de consecuencias psicológicas y sociales que, en su mayoría, tienen un impacto negativo en los individuos, grupos y sociedades expuestos a experiencias de esta naturaleza, y que se constituyen a partir de una red de relaciones entre discursos y prácticas sociales, que hacen interactuar los imaginarios sociales con los individuales (Van Dijk, 2007) citado por Espinoza y Cueto (2014).

En la pandilla, la amistad y la confianza mutua crecen por medio de la vivencia conjunta de los peligros de la calle, que, además, satisfacen una cierta medida de aventurerismo juvenil. La experiencia de ayudarse mutuamente en situaciones de dificultad refuerza la cohesión entre los jóvenes de la gang y crea una red ficticia de parentesco. El desarrollo de esta red cargada de emociones constituye un elemento central en la vida de la pandilla. La gang empieza como un sistema de control alternativo, pero con el tiempo echa raíces como una institución socializadora competitiva y, a veces, dominante (Vigil, 2002: 24) citado por Liebel 2005.

En un mundo hostil, en el que la familia se va desmoronando y en el que as instituciones convencionales como la escuela y el trabajo van perdiendo más y más su senti do, la pandilla ofrece a estas muchachas sentido e identidad. […] Constituye un sustituto de todas estas cosas que no tienen, significa un lugar donde ellas sienten calor y amistad, donde reciben comprensión, educación y protección. Si la gang no les proporcionara todas estas cosas, no sería tan aceptada en tanto alternativa válida, como parece ser el caso. Pero son precisamente estas funciones las que le otorgan vitalidad. Cuando en la pandilla las muchachas de entornos tradicionales tienen acceso a actividades que normalmente están reservadas para los hombres, esto da origen a muchas dinámicas muy importantes (Quicker, 1999: 56) citado por Liebel 2005.

Por lo anterior solo se observa el modelo heurístico, donde se centra en un solo factor, que es lo que lo hace atractivo y que tomemos decisión, con ruta periférica, porque es el factor emocional que hace que tomes la decisión.

Referencias Bibliográficas

Bermúdez, J. y Pérez, A. (2017). Psicología de la personalidad: teorías e investigación, Volumen I. Madrid, UNED.

Arce Cortés, Tania (2008). Subcultura, contracultura, tribus urbanas y culturas juveni-les: ¿homogenización o diferenciación?. Revista Argentina de Sociologí a, 6(11),257-271.[fe-cha de Consulta 19 de Enero de 2020]. ISSN: 1667-9261. Disponible en: https://www.re -dalyc.org/articulo.oa?id=269/26911765013

Arceo-Gómez, E., & Campos-Vázquez, R. 2012. “Who are the idle youth in Mexico?,” MPRA Paper 44530, University Library of Munich, Germany, revised Jan 2013. Disponible en: https://ideas.repec.org/p/pra/mprapa/44530.html

Grupos étnicos de México. (2020, 17 de enero). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 23:14, enero 19, 2020 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Gru -pos_%C3%A9tnicos_de_M%C3%A9xico&oldid=122840077

Olvera, A., Vargas, G., Tribus Urbanas (Cholos). Fecha de consul ta: 23 enero 2020. Recu-perado de:
https://medium.com/@icm.christiancastillo/tribus-urbanas-cholos-f396122a802a

Mendoza Enriquez, Hipólito. (2011). Los estudios sobre la juventud en México. Espiral (Guadalajara), 18(52), 193-224. Recuperado en 25 de enero de 2020, de http://www.scie-lo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pi -d=S1665-05652011000300007&lng=es&tlng=es.

Agustín, J., (2013) La contracultura en México: La historia y el significado de los rebeldes sin causa, los jipitecas, los punks. Penguin Random, México

Callejas, L., & Piña, C. (2005). La estigmatización social como factor fundamental de la discriminación juvenil. El Cotidiano, (134),64-70. [fecha de Consulta 31 de Enero de 2020]. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=325/32513409

Espinosa, A. & Cueto, R.M. (2014). Estereotipos raciales, racismo y discriminación en América Latina. En: E. Zubieta, J.F. Valencia & Delfino, G. (Coords). Psicología social y polí -tica. Procesos teóricos y estudios aplicados (pp. 431-442). Buenos Aires: EUDEBA

Camino, L., da Silva, P., Machado, A. & Pereira, C. (2001). A face oculta do racismo no Brasil: Uma Análise Psicossociológica. Revista de Psicologia Política, 1, 13-36

Chong, A. & Ñopo, H. (2007). Discrimination in Latin America: An Elephant in the room? Working Paper #6. Banco Interamericano de Desarrollo/Inter-American Development Bank.

Fiske, S., Cuddy, A., Glick, P. & Xu, J (2002). A model of (often mixed) stereotype content: competence and warmth respectively follow from perceived status and competition. Journal of Personal ity and Social, 82, 878-902.

Van Dijk, T.A. (2007). Racismo y discurso en América Latina: una introducción. En T.A. Van Dijk (Coord.). Racismo y discurso en América Latina (pp.21-34). Barcelona: Gedisa.

Mendoza Enriquez, Hipólito. (2011). Los estudios sobre la juventud en México. Espiral (Guadalajara), 18(52), 193-224. Recuperado en 25 de enero de 2020, de http://www.scie-lo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S166505652011000300007&lng=es&tlng=es.

Rosas, G. (2010) ‘Cholos, Chúntaros, and the ‘Criminal’ Abandonments of the New Fron -tier’, I dentities, 17: 6, 695 — 713. Fecha de consulta: 31 enero de 2020. Recuperado de: https://www.academia.edu/539771/Cholos_Ch%C3%BAntaros_and_-the_Criminal_Abandonments_of_the_New_Frontier

Liebel, M. (2005). “Barrio gangs” en Estados Unidos: un reto a la sociedad excluyente. Desacatos, (18), 127-146. Recuperado en 08 de febrero de 2020, de http://www.scie-lo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pi -d=S1607-050X2005000200009&lng=es&tlng=es.

Vigil, James Diego, 1988, Barrio Gangs. Street Li fe and Identity in Southern California, Uni -versity of Texas Press, Austin.]

Ibáñez, T. (2004). Introducción a la psicología social. Madrid, ES: Edi torial UOC.

Burr, V (1995). An introduction to Social Constructionism. New York: Routledge.

Páramo, P. (2008). LA CONSTRUCCIÓN PSICOSOCIAL DE LA IDENTIDAD Y DEL SELF. Revista Latinoamericana de Psicología, 40(3),539-550. [fecha de Consulta 17 de Enero de 2020]. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=805/80511493010

Saghet. Individuo y sociedad. La construcción soci al del yo. Fecha de consulta 17 enero de 2020. Disponible en: https://www.monografias.com/trabajos22/construccion-del-yo/ -construccion-del-yo.shtml

Vidal, P. (05 de noviembre de 2018). “Teoría de la di sonanci a cognitiva y la racionalización del comportamiento. Análisis del comportamiento. Técnicas aplicables” [Mensaje en un blog]. Recuperado el 23 de enero de 2020 de http://practicasprofesionales.ula.edu.mx/-documentos/ULAONLINE/Licenciatura/PSY400/VCP/PSY400_S2_V3.mp4

Morris, Ch. (2014). Psicología. México: Pearson. Recuperado el 23 de enero de 2020 de https://ula.vitalsource.com/#/books/9786073221368/cfi/504!/4/4@0.00:0.00

More to explorer

Caminando como Mujer

Caminando como mujer en una sociedad patriarcal, permite visualizar distintos momentos y estrategias para afrontar la vida. El trabajo individual e intransferible

Estrés

¿Cómo afecta el estrés la salud? El estrés se refiere a la activación fisiológica que se produce en un organismo vivo cuando