Historia del término Inteligencia Emocional
Inteligencia
La capacidad en donde la genética y el medio abmiente se relacionan para resolver problemas o de elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas. Esta se puede desarrollar. La clasificó en 7 tipos de inteligencias. Howard Gardner
Inteligencia Emocional
Capacidad de reconocer nuestras emociones y sentimientos, como también los de las otras personas; automotivación y manejo adecuado de las relaciones con los otros. Es un término que engloba muchas habilidades que deben ser tenidas en cuenta y entenderse como complementarias a la inteligencia académica.
Autoconcienca, Autocontrol emocional, Automotivación, empatía y habilidades sociales.
La inteligencia emocional es la capacidad de los seres humanos para identificar la emoción en la que se encuentra y la intensidad. Roberto Aguado Romo
Existiendo congruencia entre el suceso y la emoción. Llevar acabo el autocontrol de la intensidad a través de la neurosicoeducación y neurosicoentrenamiento. Asociación Educar
Etimológicamente, emoción proviene de prefijo e “movimiento hacia”, movere que significa “moverse”.
Fenómeno fisiológico. Son impulsos para la acción que se encamina hacia la acción para lograr la meta en común la SUPERVIVENCIA. (Roberto Aguado Romo 2014)
“La emoción se refiere a una serie de respuestas que, desencadenadas desde zonas concretas del cerebro, tienen lugar en otras zonas del cerebro, así como en otras partes diversas del resto del cuerpo. El resultado final de tales respuestas es un estado emocional, que podría ser definido como el conjunto de los diferentes cambios corporales que experimenta el individuo en cuestión.” (Damasio 1998)
“Curiosas formas de adaptación que forman parte de la maquinaria con la que los organismos regulan su supervivencia… (las emociones)… son mecanismos de regulación de la vida interpuestos entre el patrón básico de supervivencia y los mecanismos de la razón superior.
Las emociones se encuentran siempre relacionadas con la homeostasis y la supervivencia… Son inseparables de los estados de placer y de dolor, de recompensa y de castigo” (Damasio 2000).
“La emoción es la energía que nos hace comer, beber o tener sexualidad, algo que compartimos con los mamíferos, pero que los sentimientos requieren la consciencia de la emoción, algo que no puede sentir ni un perro ni un chimpancé. Y esto se debe a los lóbulos prefrontales” (Francisco Mora 2005).
Solo los mamíferos humanos pueden tener este análisis y consciencia emocional en la que se encuentran. Cuando no la identificas se perciben sensaciones físicas placenteras o desagradables muy intensas e incontrolables. Y generalmente queremos huir de lo desagradable y mantenernos constantemente en lo agradable. Solo que permanecer fijado en una emoción, huir de ésta o no sentirla, no es saludable.
Y es muy importante recordar que cada emoción tiene una función en la adaptación de la vida.
Básicas
Estas son miedo, sorpresa, tristeza, ira, alegría, asco (aversión). Éstas vienen en el paquete genético del mamífero, no son aprendidas. Son programas automáticos para la supervivencia. Tu cuerpo emite estas sensaciones para informarte del estado de control o peligro en el que estás y puedas con rapidez intervenir y afrontar lo que estás viviendo.
Cognitivas
Éstas son derivadas de las básicas y son aprendidas. Dependen de las creencias, culturas y distintos entornos sociales. Las hemos ido aprendiendo a través de la evolución histórica. Su forma de expresión emocional es condicionado por la cultura, la religión, el país, la región, el entorno, el idioma, la familia a la que pertenecemos, etc.
Sentimiento
Aspecto consciente de la emoción. Es la emoción ligada a una consciencia, a una interpretación inteligente, y por lo tanto muy condicionada por la cultura, el momento histórico, la tradición y el aprendizaje. Son menos adaptadas a la supervivencia.
El sentimiento se refiere al resultado del estado emocional, que, en palabras de Damasio, hace referencia a un complejo estado mental.
Lo que nos está ocurriendo en el propio cuerpo representa los cambios que están sucediendo en las estructuras correspondientes del Sistema Nervioso Central y las diversas alteraciones en el procesamiento cognitivo.
Primero ocurre la emoción (proceso bioquímico en el cerebro) y su respuesta hacia fuera es en forma de diversas Conductas, fundamentalmente en expresiones definidas, que comunican a los demás el estado interno en el que nos encontramos.
Y su respuesta hacia adentro, es en forma de experiencia subjetiva del sentimiento. Esto afecta la dinámica del pensamiento actual y las distintas actividades cognitivas y conductas del futuro.
Salud Mental
Flexibilidad suficiente para responder a lo que nos ocurre con la emoción más adecuada. Pasar de una emoción a otra con el dinamismo que nos promueve las circunstancias que vivimos. Y la capacidad de crear estados emocionales constructivos.
Les sugiero empezar aprender a ser conscientes, detectar la manifestación corporal de una emoción básica. Y tener en cuenta los diferentes grados de intensidad que manejamos. Para continuar preparándose en cómo utilizar las herramientas de nuestros lóbulos prefrontales: autocontrol, análisis del contexto, el momento en el que nos encontramos, identificar las consecuencias si actuamos de forma impulsiva, etc.
Con el objetivo de que la emoción básica no se incremente en su intensidad para que NO pase por el programa preestablecido de evaluación para la supervivencia (actuar visceralmente), y frenar el impulso con los lóbulos prefrontales, logrando resultados sensatos sin desgaste emocional innecesario.
A continuación proporciono algunas sugerencias:
Autoobservación de nuestro lenguaje corporal y facial. Palidez, parálisis, fruncir seño, sensación de frío, manos sudorosas, sensación de hoyo en el estómago, ritmo cardiaco, comer y comer sin sentir hambre, etc.
Respirar, conteniéndola y hacerla de forma lenta. Identificar el lenguaje con el que nos estamos hablando, adjetivos negativos, catastróficos, exagerados, polarizados, ambiguos, etc.
Identificar el lenguaje con el que nos estamos comunicando. Describiendo la situación sin utilizar pronombres, adjetivos calificativos, etc. Ejemplo: Se ven caer las gotas de lluvia en el patio. Identificar si la emoción experimentada es la correcta o no.
Referencias Bibliográficas
Muñoz, J. (2014) Sabiduría emocional y social: protocolo de intervención social mediante la inteligencia emocional (PISIEM). España: J. M. Bosch Editor.
Antoni, M., y Zetner, J. (2014). Las cuatro emociones básicas. Barcelona: Herder Editorial.
Fragoso-Luzuriaga, R., Inteligencia emocional y competencias emocionales en educación superior, ¿un mismo concepto. Revista Iberoamericana de Educación Superior. Núm. 16 Vol. VI. 2015, p.p 110-125. Recuperado de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2007287215000074
Asociación Educar para el Desarrollo Humano, Curso “Emociones” (0008 15/03)
Aguado, R. (2014). Es emocionante saber emocionarse. 2ª. Edición. EOS Pscicología. España.
Goleman, D., (2001) La inteligencia emocional. 27ª. Edición. Vergara. México