Desde tus balbuceos hasta que aprendiste a leer, las palabras sólo existían en la voz.
“Tú y yo hemos vivido durante algunos años en un mundo únicamente oral”
En nosotros se ha cumplido a pequeña escala el mismo tránsito que hizo la humanidad desde la oralidad y escritura. Durante la etapa oral de la humanidad, los poemas se recitaban en público , perpetuando una costumbre heredada de las tribus nómadas, cuando los ancianos recitaban junto al fuego los viejos cuentos de sus ancestros y las hazañas de sus héroes, era formidable.
La poesía estaba socializada, era de todos y no pertenecía a nadie en concreto. No existía el término derechos de autor. Cada poeta podía usar libremente los mitos y cantos de la tradición, retocándolos, incorporando matices, personajes, aventuras inventadas y también versos que había escuchado a sus colegas de profesión.
Desde tiempos remotos, de generación en generación, los seres humanos nos relatamos los hechos históricos que han dejado huella en la memoria de las generaciones.
En el siglo X A.C. contratar a un cantor ambulante, era contratar a un gran narrador de historias , quien había practicado desde niño el oficio de trenzar palabras.
Domina el arte de las pausas y el suspenso, y siempre interrumpe la historia en un momento muy calculado para que lo inviten a continuar al día siguiente. Y así prosigue noche tras noche, hasta que el interés de sus anfitriones empieza a disminuir. Entonces el músico viajero vuelve a los caminos en busca de un nuevo lugar.
Gracias a un entrenamiento disciplinado, aprendían a usar el verso como un lenguaje vivo, moldeable. Conocían los argumentos, dominaban las pautas del lenguaje tradicional, tenían cientos de mitos y un mundo de frases preparadas para rellenar los versos. Por supuesto, para dominar su oficio era necesario poseer buena memoria y práctica.
Como en el siguiente ejemplo de Irene Vallejo:
Con voz clara acompañada por el rasgueo de las cuerdas, como un cantautor con su guitarra, envuelve a todo el mundo en la magia de un relato apasionante entretejido de aventuras y combates.
Los invitados al banquete quedan hechizados. El cuento los arrastra a su interior, les brilla la mirada y empiezan a sonreír sin darse cuenta. El chico tiene también un repertorio de trucos. Al llegar a la localidad, se ha informado sobre los antepasados de la familia que lo contrata, ha aprendido sus nombres y peculiaridades, para introducirlos en la trama codeándose con los héroes legendarios . Siempre desliza en la narración un episodio que casualmente glorifica a los paisanos de sus clientes. Acorta o alarga la canción dependiendo del humor y el ambiente de la sala. Al auditorio le gustan las descripciones de lujo, adora la armadura del guerrero, los arreos de sus caballos y las joyas de las princesas. Por eso elegían este tipo de relatos.
El mundo de la oralidad se resiste a desaparecer. Y es algo que seguimos haciendo como los cuenta cuentos o cuando contamos anécdotas en la familia o con los amigos, esta pequeña práctica la podemos continuar desarrollando mediante varias opciones, una es Toastmaster, que nos crea como expertos en hablar, para presentarnos en público, dirigir reuniones, decir un discurso improvisado y muchas más.
Una de las principales interferencias es el miedo, éste nos puede paralizar, o nos hace hablar muy rápido, también podemos olvidarnos del tema preparado, o estar acartonados, tartamudear. Sin embargo, para poder combatirlo es afrontarlo mediante la práctica de hablar en público. Entre más practiquemos, más seguridad vamos adquiriendo hasta que logremos consolidar la habilidad.
Los antropólogos han estudiado otras culturas en las que la época oral ha subsistido conviviendo con la imprenta y las nuevas tecnologías de la comunicación. Como en el cine, que nos ha ensenado a enamorarnos de los personajes, de los paisajes, de la historia porque nos emociona, nos hechiza. Los tips que obtenemos del pasado, más la experiencia de este presente, nos proporcionan valiosas herramientas que podemos aprender y desarrollar.
Te invito a atreverte a dar el paso en un grupo que te acoja cálidamente para que puedas vencer el miedo y aprendas a enamorar al público por medio de la voz.
Referencias Bibliográficas
Vallejo, I. (2020) . El Infinito en un Junco. La invención de los libros en el mundo antiguo . Siruela .
